“Lo que se piensa sobre Andrés Manuel López Obrador tiene que ver mucho más con un constructo ideal que con la realidad", señala el libro Andrés Manuel: la invención de un político.
Ciudad de México, 4 de abril de 2018.- “Lo que se piensa
sobre Andrés Manuel López Obrador tiene que ver mucho más con un constructo
ideal que con la realidad. Su persona se ha convertido en todo un mito y de ahí
se desprende su éxito como referente obligado para la política nacional. AMLO
ha sabido inventar en torno a sí mismo una maquinaria simbólica donde resalta
su halo mesiánico y heroico, además de construir discursos emotivos que le
ha permitido ser reconocidos por todos”,
señala el libro Andrés Manuel: la invención de un político, de la editorial Los
Libros del Sargento.
A lo largo de 266 páginas, los autores Saray Curiel González
y Alfonso Argote D’Santiago, analizan la producción escrita sobre y por Andrés
Manuel López Obrador desde 1995 a la fecha. Los comentarios y prólogo del libro
son de Fernando Belaunzarán.
Con el sustento del rigor académico y las herramientas que
ofrece la disciplina de la historia, y tras desmenuzar 21 textos sobre la
figura de López Obrador, y 13 firmados por él, concluyen que estos han
contribuido a que haya dejado de ser un político para convertirse en un
símbolo, aunque vacío, bastante limitado y que quiere gobernar un país que no
conoce.
Los autores señalan que AMLO es un personaje opaco, austero,
no necesariamente honesto, que no ofrece propuestas ni interpretaciones
propias, pues carece de solidez teórica y argumentativa, además de que no
respeta la historia y la manipula para adecuarla a sus objetivos políticos. “La
de Andrés Manuel es una historia llana y maniquea, de buenos y malos”, destacan.
Luego de abordar el origen y la historia política del
candidato presidencial, Curiel y Argote manifiestan que López Obrador “quiere
gobernar un país que no comprende; desdela el poder del conocimiento, se burla
de lo que no entiende y constituye en sí mismo, una parodia de la frustración
mexicana”.
Los autores señalan que este material no busca: “Ni ensalzar
ni atacar la figura de Andrés Manuel López Obrador, pues sostenemos que no debe
ser objeto ni de elogio ni de escarnio. Nuestra intención es mostrarlo
inevitablemente humano, recordarles a los lectores que no es ni prócer ni
traidor. Debemos tomar en cuenta sus acciones para poder considerar los
escenarios que podrían llevarlo a la presidencia de México y pensar qué
significan estos libres dogmatismos”.
Los autores detectan que la mayoría de textos, publicados en
periodos electorales, coinciden en la presencia de rasgos mesiánicos en AMLO,
lo que privilegia “los efectos discursivos sobre los métodos interpretativos:
no están necesariamente preocupados por mostrar verdades o generar explicaciones
[…] sino que buscan convencer a otros de ciertas tesis”.
Entre los materiales que se han escrito sobre López Obrador,
se encuentran: El espejismo democrático (2007)
de Lorenzo Mayer el cual ofrece una interpretación interesante, aunque
inexacta, sobre lo que significó en su momento AMLO, ya que refleja una “falta
de perspectiva merced a sus afinidades”, las cuales, en ese momento, estaban
con Obrador.
En La construcción de
un liderazgo: Esbozo Biográfico de Andrés Manuel López Obrador (2007), de Moisés Sinuhé García Bartolo,
nunca se aboca a explicar al político como líder, sino a enumerar las acciones
de su vida política y a aplaudirlas, al grado de afirmar sobre el candidato de
la coalición “Juntos Haremos Historia” que éste es poseedor de fuerzas
sobrenaturales o, bien, que se trata de
un enviado de dios y, en consecuencia, es “jefe, caudillo, guía o
líder”.
En el libro de Carmen Aristegui, Conversaciones y retratos de lo que se hizo y se dejó de hacer por la
democracia en México (2010), los autores recuerdan que ante la pregunta
sobre cómo se definiría, como Cristo o como Juárez, AMLO hace un guiño a los
dos personajes aduciendo que ambos son parecidos a él, haciendo evidente el
“referente mesiánico y un mito histórico en la imagen que AMLO ha construido de
sí mismo”.
Curiel y Argote recuerdan que en Un proyecto irresponsable de nación (2006), Jaime Sánchez Susarrey refuta, con argumentos sólidos,
cantidades, documentos y preguntas directas a las muy ambiguas propuestas de
Obrador y expone la falta de claridad que tiene sobre su propio proyecto. Refieren que Sánchez expone claramente “la
forma en que el discurso se construye con arreglo a fines populistas”, y además
con “la demagogia que siempre ha caracterizado a Obrador” [..] “AMLO formula
sus propuestas únicamente con fines políticos, sin la intención de cumplirlas”.
Los autores señalan que AMLO:
La construcción de un liderazgo fascinante (2007), de Luis González de Alba, es una obra donde se expone a un
político al que se califica “como el más grande demagogo desde Hugo Chávez”. En
esta misma obra se recalca que se trata de un político que gusta chantajear a
los poderes de la unión.
En el Mesías Tropical
(2006), de Enrique Krauze, Curiel y
Argote encuentran una crítica con argumentos más racionales, donde se demuestra
que la admiración de AMLO por Lázaro Cárdenas y Benito Juárez “es únicamente
retórica, ya que sus acciones no son espejo de lo que, en su momento, hicieron
estos hombres, a pesar de que Andrés Manuel López Obrador se compare
abiertamente con ellos”.
Respecto a La victoria que no fue. López Obrador: entre la
guerra sucia y la soberbia (2006), de Oscar Camacho y Alejandro Almazán,
observan que trata a AMLO como un fenómeno mediático, y resaltan un rasgo
esencial del político: “…su soberbia para afirmar que podía triunfar sin la
televisión. Obrador mostró desde el principio que él tomaba todas las
decisiones en la campaña, dejando fuera su partido y las opiniones de sus
subalternos”.
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