jueves, 19 de noviembre de 2015

Afectará apagón analógico a 7 millones de hogares

  • El 31 de diciembre todas las señales analógicas dejarán de transmitirse y quien no cuente con una televisión digital no podrá ver canales abiertos
  • La entrega de televisores digitales por parte de Sedesol no cubre al 100% a los sectores más vulnerables.

 






El próximo 31 de diciembre concluye la última fase del llamado apagón analógico, el cual consiste en que todas las señales de televisión analógicas dejarán de ser transmitidas, y quienes quieran ver los canales abiertos solo podrán hacerlo a través de televisores digitales, situación que afectará al menos a 7 millones de hogares en el país.

El apagón analógico ha sido tema de discusión respecto al avance de la tecnología en nuestro país, pero también ha sufrido fuertes críticas al tratarse también de una limitante para los sectores menos favorecidos que por diversos factores les es, en muchos casos, imposible comprar televisores que se adapten a esta nueva transición.

Esta “transformación” comenzó con las reformas implementadas por el Gobierno Federal en el año 2004, a cargo de Vicente Fox, año en el que se preveía que este importante cambio se diera de manera gradual y se concluiría hasta el año 2021.

No obstante, esta transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) la adelantó el gobierno de Felipe Calderón y se reprogramó para 2015, año que llegó y el tiempo se terminó, esta transformación está por terminar, ya que para el 31 de diciembre todas las señales analógicas dejarán de ser transmitidas, por ende, los televisores que no sean capaces de captar la señal digital serán obsoletas e inservibles (no del todo).

De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la composición del calendario del apagón analógico se divide en cuatro fases. Siendo la cuarta la última en al cual la señal analógica ya no existe, el año está por concluir y esta última etapa se ha completado únicamente en una pequeña parte del noreste del país. En el centro del país aún se encuentra este programa en la fase 1, es por esto que muchos no han notado los cambios.
 




Según el portal informativo poderpda.com, en Nuevo León se realizó una encuesta para conocer los avances y cómo afecto el apagón analógico a las personas, este censo arrojó resultados desastrosos para el IFT, ya que el 10.3 por ciento de la población (472 mil 635 personas) no se encuentran en la posibilidad de recibir la nueva señal digital. Pero ¿Por qué desastroso para el Instituto? Es porque dicho organismo debe garantizar que al menos el 90 por ciento de los hogares de escasos recursos tengan una televisión o algún modo de captar la nueva señal.

El presidente de Grupo Televisa, Emilio Azcárraga, ha adoptado la postura en contra del apagón analógico en la fecha estipulada, esperando que el IFT aplace por algunos meses esta transición y es que si el programa continua y concluye el 31 de Diciembre, se tiene estimado que al menos 7 millones de personas se queden sin acceso a la televisión.

Las declaraciones de Azcárraga, además de que afectará el espectro de su mercado en siete millones de hogares, también se basan en que el IFT junto con la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) emprendieron una campaña desde el año pasado para que los sectores más vulnerables y más golpeados por la economía tuvieran acceso a una nueva televisión que fuese compatible con la señal digital, registrando la compra de 8 millones de televisiones digitales que han sido entregadas entre la población de manera escalonada en todos los estados.

Sin embargo, muchos no son elegidos por la Sedesol para ser beneficiarios de este programa, y para solucionar este problema es posible adquirir un transmisor análogo-digital que logra captar la señal digital y retransmitirla a los televisores que no cuentan con tecnología para este formato, lo que implicará un gasto necesario para esas familias ya sea en el decodificador o en una televisión digital, en un momento en que la economía nacional no permite a esas familias de escasos recursos hacer un gasto de esa naturaleza, por lo que irremediablemente serán afectados por el apagón analógico.

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