miércoles, 6 de abril de 2016

Extorsionador de OHL es investigado por lavado de dinero; pedirán su extradición a Estados Unidos

La PGR abrió un expediente por blanqueo de capitales contra Pedro Topete Vargas; tiene 23 empresas que le sirven de fachada, en las cuales con la ayuda de sus socios y colaboradores, mueve grandes sumas de dinero en México y EU
 
 

Ciudad de México, 6 de abril de 2016.- En México las leyes se hicieron para cumplirse y nadie debe estar exento de su observancia, por eso es una muy buena noticia que la PGR haya abierto una investigación por lavado de dinero en contra del empresario Pedro Topete Vargas, un personaje que ha estado en el centro de la polémica por lanzar una campaña de descrédito y extorsión en contra de una de las empresas constructoras más grandes del país, la española OHL, y por vender con un poder notarial falso una autopista a la compañía Ingeniero Civiles Asociados (ICA).

Pedro Topete es conocido por ser el dueño de Infraiber, una empresa que con apenas un capital social de 50 mil pesos, obtuvo del gobierno del Estado de México en marzo de 2011, a tres meses de su creación, un contrato para contar los vehículos que pasan por las autopistas de esa entidad, valuado en 4 mil millones de pesos, algo inusual para una pequeña compañía si se considera que además, no tenía la más mínima experiencia en el rubro.

Después de perder ese contrato millonario, el cual obtuvo en la opacidad y al amparo de sus relaciones con políticos mexiquenses, Topete Vargas emprendió una campaña de desprestigio en contra de la constructora OHL con señalamientos falsos, como determinó la Comisión Nacional Bancaria y de Valores tras una investigación que exoneró al consorcio ibérico.
La realidad es que el empresario Pedro Topete se dedica a hacer negocios al amparo del poder público que ahora están bajo sospecha, así como a la extorsión y al fraude, como ya se publicó en el Blog de las Mayorías el pasado 31 de marzo, al retomar un reportaje de la revista IMPACTO que ha documentado los “negocios” realizados por este personaje y su socio y abogado, Paulo Diez Gargarin.



Hoy está confirmado que Topete Vargas ya es investigado en la dependencia federal que dirige Arely Gómez, por el delito de lavado de dinero, en la Unidad ​Especial de Investigación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y de Falsificación o Alteración de Moneda, como publicó el fin de semana la revista IMPACTO.
 
La investigación de la PGR está documentada en el expediente UEIORPIFAM/AP/134/2015, que es la continuación de la averiguación número 090/2015, iniciada a principios del 2015, que también investiga a los socios del empresario, colaboradores, familiares y ejecutivos de instituciones bancarias coludidas presumiblemente en diversos ilícitos.

En su edición 3449 del 3 de abril de 2016, IMPACTO La revista detalla que Pedro Topete es propietario de 23 empresas en el país, las cuales según las indagaciones oficiales, son simples fachadas para mover miles de millones de pesos, hacer depósitos en moneda extranjera tanto en México como en Estados Unidos y defraudar a sus socios y al fisco.

El reportaje sostiene que el expediente contra el dueño de Infraiber es amplio ya que ahí se detalla el manejo de cantidades millonarias en el sistema bancario y el uso de procedimientos ilegales como el “carrusel financiero” para evadir impuestos, particularmente en la venta de una autopista al Grupo ICA en 2007, cuando Topete y su socio Paulo Diez movieron a través de empresas y cuentas en distintos bancos un total de 5 millones de dólares.

Otro punto importante en el expediente, al cual IMPACTO tuvo acceso, se centra en la adquisición de empresas en quiebra que se usaron para inyectarles recursos y después sacarlos a cuentas personales de allegados a Pedro Topete.



Cuñado de Topete, clave del lavado

Es el caso de su cuñado Omar González Nuncio, su hombre de confianza, un ciudadano canadiense casado con Gabriela Topete Vargas, así como del socio y abogado Paulo Díez, quien lo haría cobrando supuestos honorarios a dichas empresas, algunos hasta por 5 millones de pesos, por servicios intangibles, según varias facturas cuyas copias se encuentran en el expediente de la PGR.

Parte de las pesquisas son los envíos de fuertes sumas de dinero al extranjero realizados por Omar González a través de las empresas de su cuñado, a cuentas a nombre de Mario N. Willars, casado con la madre de Topete, Griselda Vargas.

Su hermana Griselda Topete Vargas y los hijos de ésta, son otros de los familiares del empresario, quienes también reciben recursos de las empresas que ahora están bajo la mira de la PGR.



Otro punto del expediente, publica la editorial, es la indagatoria relacionada con los bienes de Pedro Topete, en particular un penthouse ubicado en el exclusivo edificio enclavado en el número 218 de la calle 14, a unos metros de la avenida Brickell, en Miami, valuado en más de 3 millones de dólares.

De acuerdo con la investigación, Topete Vargas se mantiene en Estados Unidos prácticamente desde que se iniciaron las investigaciones por lavado de dinero, en julio del año pasado. Todo indica que habrá en breve una consignación del expediente y se procederá a la solicitud de aprehensión de este personaje, con fines de extradición.

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