Les dijo que Tlajomulco sería la capital del empleo, que los
servicios públicos iban a ser de calidad, que habría viviendas para todos, que
todas las calles serían pavimentadas, que todas las colonias contarían con
alumbrado público y que garantizaría la seguridad pública de las familias, pero
todo fueron falsas promesas.
Los mismos habitantes de Tlajomulco, a quienes gobernó
cuando fue alcalde, desmienten a Enrique Alfaro Ramírez, hoy candidato a la
presidencia municipal de Guadalajara por el Partido Movimiento Ciudadano, ya
que, aseguran, no cumplió ninguna de sus promesas, por las que lo siguieron
ciegamente y le depositaron su confianza en las urnas.
“Nosotros le creímos,
nos endeudamos para comprar las casas que se construyeron, porque dijo que
Tlajomulco crecería y habría muchos empleos, pero la realidad es que los
empleos nunca llegaron y la deuda nos quedó; confiamos en Alfaro y nos
defraudó”, lamenta la gente de Tlajomulco.
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