En un país con libertades como el que queremos, nadie tendría derecho a censurar el pensamiento de una periodista como Carmen Aristegui. Pero a lo que sí tenemos derecho, es a exigirle que hable con LA VERDAD y que se conduzca con ética. Qué intereses la mueven para andar lamentando que la gente no protesta, y pidiendo a la gente que salga a la calle? Por qué su afán de que haya turbas callejeras incendiando y asaltando Oxxos? Su libertad de expresión termina en donde comienza nuestro derecho a vivir en paz social, eso lo sabemos. Por eso le exigimos que se deje de #Aritegueadas y que comience a decir la verdad, si es vocera de la izquierda, como muchos creemos, debería pensar en seguir diciéndose y presentándose como una comunicadora imparcial. Además, lo que promueve es antidemocrático: quiere que las minorías manden. En la democracia, señora, mandamos LAS MAYORIAS y éste, quiere ser nuestro blog.
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