jueves, 30 de junio de 2016

Necesario que Gobernador de Tabasco informe con transparencia sobre su “cabal salud”

Se especula que Arturo Núñez padece una enfermedad que podría indisponerlo física e intelectualmente para continuar al frente de la administración

El gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez y la titular del Yumká.
Foto tomada de internet.

Villahermosa, Tabasco; 30 de junio de 2016.- La evidencia gráfica de que el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez Jiménez está enfermo, merece más que la corta aclaración que hicieron en redes sociales el mandatario y su oficina de prensa.

La salud del jefe del Ejecutivo estatal es un asunto que interesa a la mayoría de la sociedad tabasqueña, no solo a familiares ni al círculo cercano del gobernante. Se trata, como lo han explicado varios analistas locales, de un tema relacionado con la gobernabilidad del estado.

Por lo tanto, saber si padece o no una afección que pudiere indisponerlo física e intelectualmente para continuar al frente de la administración, como se rumora, es derecho de todos y una obligación de él y su equipo, informar con transparencia sobre el mismo.

No basta con que el gobernador señale en su cuenta de Facebook que se trata de especulaciones de “mal intencionados” y que su área de prensa divulgue el parco argumento, porque más allá de calmar las historias de que enfrenta un padecimiento grave, las fomenta.

La duda de que el mandatario Arturo Núñez goza de cabal salud, persiste.

Este miércoles, y tras varias semanas de no asistir a actos públicos, se informó que Núñez Jiménez, estuvo en por lo menos cuatro eventos que se celebraron en la ciudad y bajo techo, tres de ellos en instalaciones climatizadas.

Durante el día Arturo Núñez acompañó en una breve gira al titular de la SAGARPA, José Calzada Rovirosa y por la noche a su esposa, la presidenta del Consejo Ciudadano Consultivo del DIF Tabasco, Martha Lilia López Aguilera.

Se trató de una más de las escasas giras que el Ejecutivo acostumbra realizar desde el segundo año de su gobierno, cuando empezó a hablarse de que había enfermado.

Así lo confirman las fotografías que hizo circular en redes sociales su oficina de prensa y en las que se siguen viendo a un mandatario de apariencia enferma.

Se le ve demacrado, débil y con muchos kilos menos a los que tenía hace apenas unas semanas, por lo que muchos dudan que el gobernador goce de “cabal salud”.


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